viernes, 13 de julio de 2012

Amigos, nadie más, el resto es selva

Amigos, nadie más, el resto es selva. Ya lo decía Jorge Guillén, cuando se dio cuenta de quienes eran sus verdaderos amigos, viéndose en la situación en la que se vio.
Últimamente estoy muy reflexiva y más filosófica de lo que suele ser costumbre en mí, pero las circunstancias me han llevado a hacer definitivamente una diferenciación entre AMIGOS y amigos.
Los amigos (con minúscula) son los que de vez en cuando se acuerdan de llamar para invitarte a compartir planes, para charlar, para contarte sus penas, para saber de las tuyas (normalmente más por cotilleo que por verdadero interés), son esos que se indignan porque no les haces partícipes de determinadas cosas, porque haces tu vida al margen de la suya, en fin, gente que rellena momentos en la vida.
Pero los AMIGOS, así con mayúsculas, son esas personas, que aunque no estén siempre a tu lado por circunstancias de la vida, sí los sientes a tu lado. Son esos que te llaman sin motivo, para preguntarte qué tal, qué te pasa, si estás triste o estás contento, si te va bien, si necesitas algo... son los que además de ferias, fiestas, alegrías y tristezas comparten contigo mucho más, comparten contigo la esencia de tu vida y te animan a seguir adelante cuando tu ánimo está decaído y de incitan a mejorar cuando estás animado. Estos AMIGOS, así con mayúsculas, son los que hay que cuidar, los que vale la pena mantener per secula seculorum. Estas personas de gran valor que te rodean, son las que hacen que tú seas mejor persona y tengas más valor como persona.
Estoy filosófica, sí ¿y qué? Varios motivos en los últimos años me han llevado a reflexionar muchas veces sobre esto, pero nunca lo había puesto por escrito, al menos no en público, así que ahí queda esto, para mis verdaderos AMIGOS, que ya saben lo que pienso pero nunca se lo había dicho en público. Gracias por vuestras palabras de apoyo, de amor y de cariño.




Los verdaderos amigos se lastiman con la verdad para no destruirse con la mentira.
Triste cosa es no tener amigos, pero más triste debe ser no tener enemigos, porque quien enemigos no tenga, señal de que no tiene: ni talento que haga sombra, ni valor que le teman, ni honra que le murmuren, ni bienes que le codicien, ni cosa buena que le envidien.
En días tranquilos es fácil estar rodeado de amigos, cuando del cielo cae un diluvio veras los sinceros. Los que son falsos desaparecen, se derriten como el hielo. Los que son fiel serán tus raíces y aguantaran cualquier viento.

sábado, 7 de julio de 2012

El cambio

¡Uf! ya casi no sé qué significa escribir en este blog, lo tengo totalmente abandonado. Me acuerdo de él, pero no tengo fuerzas para venir a escribir... ni fuerzas, ni tiempo material.
Mi vida ha cambiado y ha entrado en un proceso vertiginoso de cambios y adaptaciones a una nueva situación laboral y personal. Esperemos que sea para bien y que sea el principio de algo bonito, productivo y fructífero.
Iré escribiendo nuevas experiencias y nuevas ideas, poco a poco, cuando las aguas vayan volviendo a su cauce y el tiempo me alcance para todo.
Gracias a esos que, siempre, siempre, desde un lugar o desde otro, me han apoyado y me siguen apoyando. Sin vosotros, el avance no sería posible.